Autoestima: ¿frases motivadoras o algo más profundo?
Si llegaste hasta acá buscando frases motivadoras para la autoestima, no estás solo. Es una de las búsquedas más comunes en internet cuando alguien siente que no vale lo suficiente, que no es suficiente, o que necesita «motivarse». Pero… ¿realmente alcanza con una frase para cambiar lo que sentimos sobre nosotros mismos?

La promesa de las frases motivadoras
«Confía en ti mismo», «Tú puedes», «Ámate tal como eres». Todas frases que suenan bien. Que quizás incluso nos hacen sentir un pequeño alivio por un momento. Pero después… ¿qué?
La realidad es que repetir frases motivadoras frente al espejo difícilmente alcanza cuando la autoestima está herida. Porque la autoestima no se cambia desde el esfuerzo voluntarista, sino desde el trabajo con lo que está en la base: historias, mandatos, duelos, exigencias, vínculos.
¿Qué es la autoestima baja?
La autoestima baja no es solo “sentirse mal con uno mismo”. A veces es no poder decir que no. Es sentirse incómodo cuando alguien nos valora. Es necesitar aprobación todo el tiempo. Es no poder registrar qué deseamos porque vivimos mirando lo que los demás esperan de nosotros.
Y eso no se resuelve con una frase linda. Se resuelve con escucha. Con tiempo. Con alguien del otro lado que no juzgue y que acompañe a ponerle palabras a lo que cuesta.
¿Por qué hacer terapia puede ayudar?
Porque la autoestima no es un problema de voluntad. No es que “no te querés porque no te esforzás lo suficiente”. Hay una historia ahí. Y si hay una historia, hay que contarla. Y si hay que contarla, alguien tiene que escucharla.
La terapia no te va a dar una frase de Instagram. Pero sí te puede ayudar a descubrir por qué te cuesta mirarte con cariño, por qué siempre sentís que no alcanzás, por qué te duele tanto que te quieran o por qué no sabés ni qué querés.
¿Y si empezás a escucharte de verdad?
Si estás buscando una frase, te dejo una que no es de autoayuda, pero que puede ser el primer paso:
«No tenés que hacerlo solo. Podés empezar a hablarlo.»