Ataques de pánico: síntomas, causas y cómo empezar a tratarlos
Descubrí qué son los ataques de pánico, por qué ocurren y cómo el psicoanálisis puede ayudarte a superarlos.

¿Qué es un ataque de pánico?
Un ataque de pánico es una experiencia intensa y repentina de miedo y angustia que puede parecer abrumadora y fuera de control. Muchas personas lo describen como un momento en que el cuerpo y la mente se desbordan: el corazón late muy rápido, falta el aire, aparece un sudor frío, mareos, sensación de que algo terrible va a pasar, como perder el control o incluso morir. Estos síntomas pueden ser tan fuertes que se confunden con problemas físicos graves, pero en realidad están ligados a una crisis emocional.
¿Por qué aparecen los ataques de pánico?
Los ataques de pánico no surgen de la nada. Son una señal de que algo en la vida emocional o psíquica está desbordado. Generalmente, son el resultado de una acumulación de ansiedad, estrés o angustia que la mente no puede procesar de forma saludable. Cuando la persona llega a un límite, el cuerpo “explota” con esta reacción intensa.
Esta reacción está vinculada a conflictos internos, miedos profundos, situaciones traumáticas no resueltas o tensiones emocionales que no se han podido expresar o trabajar.
Síntomas comunes de un ataque de pánico
- Palpitaciones o aceleración del ritmo cardíaco
- Sudoración excesiva
- Sensación de ahogo o falta de aire
- Mareos o sensación de desmayo
- Temblor o sacudidas
- Miedo intenso a perder el control o volverse loco
- Sensación de irrealidad o desconexión (despersonalización)
- Dolor o malestar en el pecho
¿Qué hacer cuando aparece un ataque de pánico?
Lo primero es reconocer que se trata de una crisis emocional y que, aunque es muy angustiante, no es peligrosa físicamente. Aprender a respirar lento y profundo, tratar de relajarse y mantenerse en el presente ayuda a disminuir la intensidad.
¿Por qué los psicofármacos no son la solución definitiva?
Medicamentos como ansiolíticos o antidepresivos pueden ayudar a calmar los síntomas y bajar la intensidad de los ataques. Sin embargo, no resuelven las causas profundas que los generan. Por eso, es común que la ansiedad vuelva una vez que se suspenden las medicaciones o que la persona dependa de ellas para funcionar.
La propuesta del psicoanálisis para tratar los ataques de pánico
El psicoanálisis propone mirar más allá del síntoma, indagar qué conflictos, miedos o deseos están detrás de ese desborde. A través de la palabra y la escucha, el análisis ayuda a que la persona tome conciencia de lo que está en juego y pueda transformar esa angustia. Así, el síntoma pierde fuerza y deja de dominar la vida.
Este camino no es rápido ni sencillo, pero sí profundo y duradero, porque permite resolver el problema en su raíz, no solo taparlo.